Florentino y su Madrid vuelven a morder el polvo

Hay quien dice que el hombre es el único animal capaz de tropezar dos veces en la misma piedra. Lo preocupante no es eso, ya que en el fondo más guapos o menos, más altos o bajos, todos somos prácticamente iguales, sino que lo hagas una segunda y estés dispuesto a hacerlo una tercera vez.

Se alzan ya voces tras el clásico exigiendo a Florentino un derroche importante de billetes para una próxima campaña en la que poder recuperar el prestigio perdido por el club blanco durante los últimos años. Ahora hacemos la pregunta: ¿qué tiene el Barca que no tiene el Madrid? Sencillo y contundente, recalcando las palabras de mi compañero Fran: un modelo. Y ese modelo comienza, primero, por no tener una persona al frente más preocupada del derroche y del márketing de vestuario que de poner sobre el tapete a hombres capaces de hacer el mejor fútbol del planeta. Si es que la ecuación es tan, tan fácil... Si tienes 300 millones para gastar, ¿porqué no haces un equipo con los jugadores no más guapos, sino mejores de la faz de la tierra? La pregunta no es quién es mejor, si CR o Messi, sino que es: ¿quién es más efectivo, Xabi o CR?

Gracioso no, graciosísimo es oir a personas decir que el juego del Barca aburriría en el Bernabéu. Ja, ja, ja. ¿Eso es envidia, o directamente idiotez? Si prefieres un juego directo, ramplón, y verte encerrado durante 60 minutos por equipos como el Almería o el Sporting que la tocan mil veces mejor que tú, adelante, siempre te quedará un Higuain o un Cristiano que coloquen la pelota en la red cuando sea oportuno. Entonces te irás a casa contento, ¿verdad? porque habrás sacudido tu pañuelo blanco durante esos minutos, con lo que te habrás desahogado, y, sin embargo, al final, las genialidades de tus astros te habrán dado tus tres puntos de quasi récord.

Y bien, el dinero no da la felicidad. El Madrid ha hecho una campaña de puro y contaminante humo que tarde o temprano caerá por su propio peso, muchísimo más profundo que ahora (tiempo al tiempo). Y se lleva a Pellegrini, un pedazo de entrenador capaz de llevar a un Villarreal con dos jugadorazos (Forlán-Riquelme) y nueve guerreros a una semifinal de la Champions, y, sobre todo, de hacer jugar a los amarillos como nunca nadie vio hacerlo a un equipo por la Comunitat. Y se llevará a su vez a todo jugador que entre, canterano o no, porque el modelo F destroza a cualquier componente cual Atlético de Madrid a estrellas de renombre.

Ahora es cuando yo planteo la pregunta de qué serían Pedro, Keita o Busquets en el can blanco. ¿Se creen que estarían haciendo el temporadón que ahora llevan a sus espaldas? El barca no es Messi, Xavi o Iniesta sólamente, sino que dispone de una plantilla con mayúsculas, con un modelo que prioriza el fútbol por encima de todo, que potencia la cantera como pocos equipos en Europa (véase Ársenal) y que, guiado por un genial estudioso de los partidos (los planteamientos de sus choques son simplemente detallados y perfectos) despliega un juego preciosista a la par que eficaz. Lejos queda ya ese fútbol que da importancia al toque y que pierde con la fuerza, porque este Barca nos ha hecho soñar a cualquier amante del balompié con que esto es posible y que el fútbol italiano o la selección de Grecia, o cambian, o jamás ganarán otra final. Crucemos los dedos para que así sea.

Y volviendo al Real Madrid, siempre le quedará su suerte de poder modificar a base de talonario un rumbo erróneo del pasado. O quizá podrá hacerlo en menos tiempo que otros equipos, y eso es una ventaja. Pero como me temo que mientras se siga fichando a talonario, despidiendo entrenadores, y concienciándose la propia afición de que el modelo es el correcto, los blancos verán noches de gloria ante equipos menores y fracasarán otra vez en momentos decisivos. Pobre Real Madrid, al que todo el mundo odia. ¿Porqué será? Hay hoy que dar la razón al polémico señor Laporta, el a buen seguro menos inteligente de las 100.000 personas que abarrotan las gradas del Camp Nou, tras sus palabras de que el modelo Florentino era un modelo imperialista. Y mira, quizá también el fútbol sea como la construcción y todo empiece por los cimientos. El fútbol con este Barca está sin duda de enhorabuena...

Víctor Franco