Su historia comenzó allá en el equipo que entrenaba Valdano y fue éste quién le dio entrada como recambio de Butragueño. A partir de ahí ya sabemos lo que pasó.
Se reafirmó como gran delantero a base de goles y mucha entrega. Sus recortes de fantasía dentro del área y sus balones picados a gol firmaban su sello. El mismo sello que besaba cada vez que marcaba uno.
Ya era una estrella merengue jugando con Redondo o Mijatovic. Con la llegada de su gran amigo Figo en 2001 cuajó una de sus mejores temporadas y sólo Owen pudo arrebatarle un discutido Balón de Oro. Después lideró el Madrid de los galácticos, sobre todo en la segunda etapa tras heredar la capitanía de Hierro con Zidane, Roberto Carlos y Beckham.
Mandó callar a la grada barcelonista con este gesto
En los últimos años ha ido perdiendo fuelle físico. Sin embargo su tesón y posicionamiento han hecho que nunca haya abandonado el gol. Así no tenemos que irnos muy lejos en la memoria para recordar remontadas épicas de Raúl, como el hat-trick al Sevilla hace dos años. O incluso su último gol, hace apenas un par de meses en La Romareda, en el que se dio un carrerón estando ya lesionado para culminar una jugada. Ese día ya sintió algo y se llevó el balón. Se cerraba el ciclo donde había empezado.
Atrás deja un palmarés como muy pocos. Sólo con decir que es el mayor artillero del Real en su historia ya casi basta. 6 Ligas, 3 Champions, 2 Intercontinentales, Botas de Oro, Pichichis...interminable. Pero por lo que siempre será recordado es por saber llevar esos galones y transmitir esos valores que tanto le unen al club: entrega, profesionalidad, sacrificio y respeto al rival.
Pues hoy era día de su despedida y estuve allí en representación de nuestro programa. Tengo que reconocer que temblaba mientras esperaba sentado en la butaca del palco, dónde en unos instantes aparecería el protagonista. Por allí desfilaban caras conocidas del club, la junta directiva, algunos veteranos y periodistas como Iñaki Cano o Tomás Roncero. También quiso asistir al acto Jose Mourinho, que fue el centro de todos los focos a su llegada con su ayudante.
Un video con ímágenes de toda la trayectoria de Raúl abrió la ceremonia, mientras se acababan de sentar los principales protagonistas. Comenzó hablando Florentino Pérez, que dedicó grandes elogios al capitán al hablar de sus servicios al club. "Esté dónde esté, simpre será uno de los nuestros", dijo.
La prensa acudió en masa a una despedida histórica
Luego lo haría el propio jugador, trabado por los nervios y muy emocionado. Anuncia que va a sacar un papel en el que tiene algunas anotaciones, cuando un aficionado de los 400 que había en la grada le grita: ¡Te queremos! Y todo se convierte en un gran aplauso.
Valdano le hizo debutar con 17 años. Hoy, con 33, fue el encargado de estar a su lado en el día de su adiós
Dio un discurso de agradecimiento con todo el club, desde compañeros y presidentes hasta trabajadores y aficionados. Hasta se acordó de los rivales: "gracias a todos ellos, porque siempre sentí su respeto"."Siempre intenté dar lo mejor de mi mismo" y "La rendición no existe, para mi eso es el Real Madrid". añadió. Y al terminar echó a llorar y bajó al campo a reunirse con esa afición a la que tanto quiere.
El capitán se emocionó al dar su discurso de despedida
Luego acabó con una extensa rueda de prensa en la que atendió a los muchos medios congregados. Estuvo acompañado por Jorge Valdano, el mismo que le sacó a los terrenos de primera. "Para está sólo un pasito por debajo de Di Stefano, que fue el primero", comentó. No quiso hablar nada del futuro, a pesar de que las periodistas alemanas insistían en sacarle titulares del Shalke 04. Señaló que su única motivación es jugar al fútbol, y que "sería muy duro volver al Bernabeu con otra camiseta". De este año dijo que "la gente me ha visto de todos los puestos menos de jugador, y yo quiero jugar."
Al preguntarle por su mejor recuerdo le salen muchísimos, pero el especial es el primero, cuando un viernes 28 de octubre llegó a casa y les dijo a sus padres que se iba a jugar a Zaragoza con el primer equipo del Real Madrid. En definitiva, un día muy duro para él, aunque sabe que pronto volverá para trabajar en el club.
El palco de honor del Bernabeu lució los incontables logros del "7" con el equipo
Un día triste para los que amamos el fútbol sacrificado y humilde, elaborado y trabajado. En eso el capitán fue el mejor. Lo de los 323 goles es otra historia. En cualquier caso muchísima suerte para este madrileño triunfador en su nueva aventura alemana.
Saludos.
Texto: Jorge Aldea
Fotos partidos: Archivo Google
Fotos despedida: Jorge Aldea
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