Corría el 28 de junio del año 2006 y los españoles nos ceñíamos al televisor como si nos fuera la vida en ello. España se presentaba ante Francia con un equipo que invitaba claramente al optimismo por juego y porque, esa vez, como siempre que hemos estado inmersos en una cita mundial, creíamos que venceríamos a nuestros vecinos y conseguiríamos triunfar conquistando la copa. Quiero recordar, además, que ese equipo de hace cuatro años lo componían 8 de los 11 futbolistas que han compuesto estos días las alineaciones habituales del equipo de Vicente del Bosque en Sudáfrica. Así, Casillas, Ramos, Puyol, Xabi Alonso, Xavi, Cesc, Torres y Villa formaban parte del once titular de aquel día. Sin embargo, como en ocasiones precedentes, fuimos derrotados en una ronda de una fase final de un mundial y nos volvíamos desolados a casa.
Introduzco así mi post por que recuerdo perfectamente la conversación mantenida con un amigo sobre la selección, con pocas y tristes palabras, eso sí, al término del choque. Ambos sosteníamos que España tenía el mejor equipo en mucho tiempo, pero que le faltaba chispa, competitividad quizá.. Es curioso hoy mirar atrás y ver cómo aquel día la selección estableció un antes y un después en su futura suerte. En primer lugar, creo que su éxito es fruto del inmenso trabajo de cantera que se está realizando en España, ya que no hay nadie que proponga más toque que los distintos equipos de categorías inferiores de nuestro país. Eso acaba dando sus frutos. En segundo lugar, si en algo coincidíamos mi amigo y yo era en que este equipo tenía mucho futuro y que no necesitaba ninguna revolución. Así ha sido. No es que Cesc, Xavi, Torres, Villa, etc.. fueran más o menos buenos, no, es que necesitaban a buen seguro un punto de madurez y de conjunción que ha llegado estos días finalmente a su nirvana. En tercer lugar, que la batuta la llevara un técnico como Luis Aragonés excluyó los vicios de un grupo joven y les obligó a centrar sus objetivos en ser el mejor equipo del mundo. Hoy lo son. Por cierto, dudo que Italia con todo este talento reunido en 6 o 7 jugadores de toque, los hubiera puesto sobre el tapete a jugar. Nosotros lo hemos hecho y ahí están los resultados.
Cierto es que ha habido muchas cosas mejorables en la selección, como un juego que se presuponía mejor y que no ha tenido la continuidad que anhelábamos. Cierto también es que no hemos marcado goles y los partidos los hemos ganado por la mínima, como a su vez lo es que la suerte nos ha sonreído en determinados momentos. Pero es que estos factores no suponen un pero teniendo en cuenta primero, que hemos sido campeones y, segundo, que lo que viene por detrás, la futura generación, es tan buena o mejor que la que tenemos a diario en la pantalla del televisor. Y este mundial lo hemos conseguido pese al agotamiento físico y yo diría más psicológico aún, de jugadores que llevaban en sus piernas más de 60 partidos este año.
La conclusión que saco de este mundial es que esta España es el mejor equipo nacional al que jamás he visto jugar en la vida; y la importante no es mi opinión sino la de comentaristas de fútbol más veteranos que opinan exactamente lo mismo. Y estamos de enhorabuena por que el deporte rey nos han enseñado a practicarlo así, y convencidos de que algún día jugando al toque llegaríamos a algo, muchos lo hemos intentado imponiéndolo al pelotazo una y otra vez. Y pese a multitud de entrenadores que nos han dicho que hay que ser más prácticos y directos buscando la porteria contraria, y que lo importante es ser fuertes e imponerse al rival fisicamente, yo hoy me siento orgulloso de saber que no es verdad, que equipos como Grecia o Italia han ganado títulos haciendo algo diferente a lo que para mi siempre ha sido el fútbol y que tantas veces me ha hecho soñar practicándolo. Y es más, se me pone la carne de gallina acordándome de jugadas de fantasía que en equipo hemos intentado y que seguramente no hayan salido, pero que han recibido el sonoro aplauso de un amante del fútbol en la grada, lo que para mi ha significado mucho más que cualquier premio del gol.
Gracias, España, desde el 11 de julio algo ha cambiado..
Víctor Franco
0 comentarios:
Publicar un comentario